lunes, 28 de enero de 2013

Y si caigo... Me levanto

Vuelvo a contemplar el camino recorrido y las veo ahí, todas desparramadas.

Piedras de todas las formas y tamaños.
Algunas habían caído del cielo, otras tenían nombre y apellido  pero también estaban las que había puesto yo misma.

Todas estaban ahí inmóviles, y yo feliz de verme de este lado del camino, aunque tenga todas las rodillas, codos y palmas raspadas y un poco ensangrentadas. Al fin y al cabo estaba agradecida del crecimiento en cada golpe.

Dirijo la vista adelante y veo la ruta despejada.

Seria una ilusa si pienso que no voy a encontrarme con otras piedras. Solo puedo decir que no tengo miedo a seguir caminando, porque puedo caer.... Pero aprendí a levantarme.