Lentes de sol y mates lavados.
Anécdotas de antaño traídas al presente por enésima vez.
-¿Te acordas cuando….?
Carcajadas interminables que te cortan el aire y te
alegran el alma.
Paradas técnicas que estiran músculos y calman vicios.
Cien cd’s y escuchar siempre el mismo.
-¡¡Escucha esta canción!!
El mejor recital se vive adentro de esas cuatro puertas.
Historias imaginarias absurdas, pero soñar no cuesta nada.
Silencios cortos contemplando. Muy cortos… Y todo vuelve a empezar.
Ruta despejada… ¿Arrancamos?